Una nueva campaña estatal llamada “Que No Te Engañen” busca desenmascarar las mentiras que los grandes productores de petróleo propagan dentro de las comunidades latinas. Al mismo tiempo, pretende educar y apoyar a las comunidades de color directamente impactadas por las manifestaciones de injusticia ambiental causadas por estas compañías petroleras. .
La campaña se presentó a la comunidad el jueves pasado en una conferencia de prensa en la Plaza de Cultura y Artes en el centro de Los Ángeles, lanzada por la coalición La Mesa, compuesta por organizaciones californianas de base en la lucha por el medio ambiente como Médicos por la Responsabilidad Social de Los Ángeles, la Red de Justicia Ambiental de California Central, el Comité Cívico del Valle – una organización de justicia ambiental del Valle Imperial – y el Instituto LEAP.
“Nuestras comunidades en la justicia ambiental han soportado la peor parte de la contaminación. Durante las próximas generaciones deberemos seguir limpiando esa contaminación que aqueja a estas comunidades donde viven los latinos y otras personas de color”, dijo a CALÒ News Luis Olmedo, director ejecutivo del Comité Cívico del Valle. “El combustible fósil está en todas partes en todo este país, pero también a nivel mundial. No existe un plan B. Necesitamos proteger este planeta”.
Un estudio de GeoHealth, una sección de la Unión Geofísica Estadounidense, publicado en marzo pasado, revela que los californianos latinos, afroamericanos y de bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir cerca de las operaciones de petróleo y gas que el resto de la población. También demuestra que el ritmo de disminución en la producción de petróleo y gas en California en los últimos 15 años, es más lento cerca de donde viven las personas racialmente marginadas. Entre 2005 y 2019, los residentes afroamericanos del condado de Los Ángeles fueron más expuestos que otros grupos a los pozos de petróleo y gas en cada etapa de la producción. Un fenómeno similar fue observado también a nivel estatal.
La campaña espera generar apoyo público y político para la disposición de medidas que protejan la salud de las comunidades latinas de California. Entre las medidas propuestas está poner fin a las perforaciones de pozos petroleros en vecindarios y granjas ocupados por familias latinas; obligar a las compañías petroleras a limpiar los desechos que a menudo queda en esas comunidades después de décadas de perforación y explotación; y apoyar la transición al transporte limpio, incluidos vehículos eléctricos, infraestructura de carga eléctrica y tecnología de litio.
Martha Argüello, directora ejecutiva de Médicos por la Responsabilidad Social de Los Ángeles, dijo que la urgencia de lanzar la campaña surge de las disparidades de salud existentes y que son causadas por la actividad de las petroleras. “Nuestras comunidades están muy enfermas”, dijo a CALÓ News, “a pesar de que hemos trabajado mucho para reducir la contaminación del aire”.
Argüello observó el fenómeno en el que muchas grandes industrias petroleras mantienen sus márgenes de ganancias a expensas de la salud de los latinos y al mismo tiempo, se dedican a difundir narrativas falsas de que supuestamente están contribuyendo a las poblaciones al generar nuevos empleos e ingresos. “Necesitamos luchar por una nueva economía que se centre en la salud y en la justicia, en lugar de seguir extrayendo la mayor cantidad posible de ganancias de la Tierra y de las personas, que es lo que está haciendo la industria petrolera”, dijo la activista.
Según datos proporcionados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), los puertos de Long Beach y Los Ángeles son en la actualidad los puertos de entrada del 40% de todas las importaciones que entran al país y también son responsables por el 20% de las emisiones de partículas diésel en el sur de California. El transporte de mercadería de esos puertos por los freeways se constituyó en uno de los mayores emisores de gases tóxicos que envenenan a la población. ”La autopista 710 pasa por 15 ciudades y áreas no incorporadas con una población de más de un millón de residentes. De ellos, de 70% son minorías y poblaciones de bajos ingresos. Toda esa área que incluye las ciudades de población mayoritaria latina al este de Los Ángeles está densamente transitada por camiones, instalaciones industriales, junto a residencias, escuelas, guarderías infantiles y centros para personas mayores”, constatan datos de la EPA.
A Sandra López, que vive en Lincoln Heights, por donde pasa la autopista 710, le diagnosticaron asma hace cinco años. “Las compañías petroleras están afectando negativamente la salud de mi comunidad”, dijo a CALÓ News. “Me diagnosticaron asma y desde entonces ya no puedo realizar muchas de las actividades que antes hacía. Ahora, me agoto muy rápidamente con cualquier actividad física importante”.
Durante 15 años, López trabajó como empleada doméstica. Tuvo que dejar de trabajar hace dos años por el asma del que sufre. “Ya no tengo ingresos y no puedo ayudar a mi marido con el alquiler ni con el pago de la comida básica. Y los precios de la comida se han disparado. Además, en nuestro barrio la gasolina es más cara, tal vez porque aquí todos somos latinos”, agregó la trabajadora.
La vida de Sandra López en Estados Unidos fue injusta. El deterioro de su salud constituye una preocupación constante. Aunque ella aún vive en Lincoln Heights con su esposo, sus tres hijas viven fuera de California y se preocupan por su salud. “Mi salud empezó a empeorar cuando vine a Estados Unidos. Guatemala está llena de vegetación, con árboles y espacios verdes, y puedes oler el aire fresco. Algo muy diferente a lo que sucede en mi casa aquí, en Lincoln Heights”..
El sitio web oficial de la campaña tiene recursos que consisten de infografías, historias y publicaciones de medios étnicos como La Opinión, sobre temas que afectan a las comunidades latinas en California, especialmente el daño a la salud y al medio ambiente causado por las grandes compañías petroleras.
“La crisis climática nos está afectando a todos, pero tiene un impacto mayor en las familias de trabajadores agrícolas de bajos ingresos en el Valle de San Joaquín y regiones similares”, dijo Rey León, director ejecutivo del Instituto LEAP que tiene su sede en la ciudad de Huron, al norte de Fresno. “La solución a estos problemas pasa por desarrollar e implementar alternativas que combatan la crisis y al mismo tiempo fortalezcan a la población a través de la justicia económica, social y ambiental. No se puede seguir buscando soluciones basadas en el dominio del petróleo. Esto es inviable para nuestra gente, nuestro planeta y nuestros bolsillos”.
En los próximos meses, la campaña organizará eventos que llegarán a los latinos en Los Ángeles y en todo el estado, quienes, en muchas ocasiones, están excluidos de las iniciativas y conversaciones sobre los temas de justicia ambiental, dijo Argüello.
Por su parte, López espera que otros latinos se unan a la campaña y que compartan sus historias sobre cómo la infraestructura de las grandes compañías petroleras está afectando su salud y bienestar. “No quiero que mi comunidad siga siendo engañada. Las compañías petroleras disfrazan todo a su manera para hacernos creer que están trayendo empleos u oportunidades a nuestras comunidades cuando en realidad nos están matando”, afirmó.