La industria petrolera dice que ella se va a ocupar de que las voces latinas sean oídas en la discusión sobre el futuro de la energía en California. Están equivocados. No necesitamos de ellos para poder expresar nuestra aspiración de vivir en comunidades con un aire limpio, libre de contaminación y enfermedades pulmonares.
La Western States Petroleum Association dice que hay que ayudar a los legisladores estatales para que comprendan -lo que ellos llaman- un nuevo punto de vista de los latinos que es supuestamente ignorado en el debate sobre la energía. Le pusieron el nombre a la campaña: “Levanta tu voz”.
Esta campaña es una gran mentira.
En Sacramento las voces latinas ya se escuchan a través de sus legisladores que defienden los intereses de sus comunidades con leyes muy claras y específicas para reducir las emisiones de gases contaminantes y crear proyectos ambientales para las comunidades pobres.
Eso es lo que necesitan los latinos.
Lo sabemos muy bien en Inland Empire, un centro neurálgico que alberga los inmensos depósitos de Amazon, Walmart, UPS y otros. Esos corredores de mercancías y almacenes de la zona atraen diariamente a miles de camiones diésel que contribuyen a la peor contaminación por ozono y partículas del país.
Hay 4,000 almacenes que bordean la región y generan unos 600,000 viajes diarios de camiones, que producen la asombrosa cantidad de 50 millones de libras de dióxido de carbono, según CalMatters.
El uso de camiones con motores electricos reducirá drasticamente la contaminacion y el smog mejorando la calidad de vida de una poblacion mayoritariamente latina.
Claro, la industria petrolera no comparte este punto de vista. El problema para ellos no es la falta de un punto de vista latino válido, sino hallar alguien que piense como ellos: que todo es más importante menos la salud.
Nos quieren distraer la atención con argumentos superficiales para que olvidemos el efecto devastador que tiene en la salud de las comunidades de minorías la polución causada por la explotación petrolera y las emisiones de los vehículos. Y para eso están dispuestos a todo.
Por ejemplo, promueven las voces quienes plantean una guerra de clases entre los que ellos llaman ricos con sus autos eléctricos y los usuarios de transporte público y las bicicletas. Quieren convencer a los latinos que el pobre paga por el rico una energía costosa y que es mejor no hacer ningún cambio.
Están equivocados. No compartimos el deseo rencoroso de que a todos les vaya mal sino los cambios positivos no están inmediatamente al alcance de nuestros bolsillo. Sabemos que la tecnología suele ser cara hasta que se abarata a medida que hay más producción. Pero ellos no quieren persuadir que es todo o nada…más bien nada.
Además, resulta que ahora las petroleras parecen tener conciencia social y les importa los pobres, cuando nunca les molestó aprovechar cualquier oportunidad para exprimir a los consumidores con el fin de sacar récord de ganancias.
La campaña de la industria también dice que los latinos por ser una comunidad tiene diferentes experiencias y perspectivas.
Seguro que hay gente para todo, pero la opción es clara entre la salud y la combustión que causa asma y enfermedades pulmonares en nuestros niños. La Asociación Americana del Pulmón dice que estos males son más prevalentes en los vecindarios de minorías.
El fin de la campaña es confundirnos y dividirnos promoviendo argumentos superficiales. No hay que dejarse engañar. Desde Inland Empire les aseguro que no necesitamos a las petroleras para saber lo que es mejor para los latinos y hacernos oír. ¡Esta es mi voz!